1 de febrero de 2009

Una tortuga gigante adopta un bebé hipopótamo

Quiero inaugurar este blog con una historia muy dulce, aunque no muy reciente de un bebé hipopótamo y una tortuga gigante. Todo empezó en diciembre del 2004 cuando un tsunami golpeó la costa de Kenia. Owen, que así se llama el hipopótamo, era demasiado pequeño para escapar de las olas con su familia y se quedó encallado en un arrecife de coral. La gente del poblado más cercano recogió a Owen pero no lo podían introducir en una familia de hipopótamos porque el macho de la familia lo hubiera matado. Así que transportaron a Owen a un parque cercano donde residía una tortuga gigante de Aldabra de 130 años llamada Mzee. Allí el hipopótamo inmediatamente corrió hacia la tortuga. Al principio Mzee no quería saber nada del hipopótamo pero él insistía, y ya la primera noche Owen se quedó dormido al lado de ella. Al pasar un año del tsunami el vínculo entre los dos se fortaleció hasta el punto de ser inseparables. Pasaban las horas revolcándose juntos en el estanque, y hasta se arrimaban uno al otro para dormir. Owen se comportaba más como una tortuga que como un hipopótamo: comía hojas y zanahorias y dejaba el pasto para los hipopótamos. Además, dormía por la noche y no durante el día como suelen hacer los hipopótamos salvajes. La conducta de Owen podría explicarse como la necesidad del bebé por tener una madre. Pero la tortuga también quería a Owen. Ella le daba un toque con el codo cuando quería caminar con él, iniciaba los juegos en el estanque, y hasta incluso extendía su cuello para que Owen le lamiera. Poco a poco fueron desarrollando una especie de comunicación para los dos.



Actualmente ya no viven juntos porque Owen creció mucho y se esperaba que llegara a pesar entre 3 y 4 toneladas. Su comportamiento con Mzee era muy juguetón y por el bien de la tortuga tomaron esa decisión. Ahora Owen vive con una hipopótama y Mzee se encuentra con otras tortugas.
En esta web podemos seguir su pasado y su presente: hay fotos de cuando jugaban siendo pequeños y también de su vida actual:La farge ecosystems

Es una historia muy bonita que nos muestra como el cariño y el afecto sobrepasan todas las diferencias entre razas, entre especies y entre conductas, hasta el punto de cambiar los comportamientos naturales. La foto de Owen durmiendo con tanta satisfacción y delicadeza sobre Mzee no tiene desperdicio.

Fuente: National Geographic




1 comentario:

Rambú dijo...

HERMOSO, una ternura total...