7 de octubre de 2009

Chito y el cocodrilo Pocho

Fantástico este vídeo en el que vemos la cara desconocida (para muchos) de los cocodrilos. Lo mejor es la sonrisa final, entre "malvada" y llena de ternura.


La amistad entre este hombre de 49 años y el cocodrilo Pocho, que ronda los 70, comenzó cuando Shedden (Chito) encontró al animal con una herida de bala y decidió llevarlo a su finca, donde le curó, le alimentó y le ofreció un lago como casa.

Fuente

4 de octubre de 2009

Metempsícosis

El día en que la vida de Verónica cambió para siempre fue algo después de que tuviera que compartir su vida con un cerdo. Tendría ella alrededor de veinte años cuando su hermana pequeña lo había regalado como mascota a su mejor amiga. Desafortunadamente, los padres de la amiga habían sentenciado la muerte del inocente animal si permanecía un día más en casa. Así que el animal regresó con Verónica y su familia. Los días iban pasando mientras hablaban y dialogaban el futuro del cerdo hasta que convinieron que permaneciera en su casa, no se sabe si debido a la insistencia de Verónica o a la pereza de buscar otras soluciones más drásticas.

Verónica era un alma solitaria que no encontraba en su familia cariño ni afecto. Pensaba que su familia le menospreciaba. Ellos estaban tan convencidos de su poca valía que ella misma se sentía sin fuerzas para demostrarles lo contrario. A Verónica le hacia ilusión introducir un miembro más en la familia, y quizá por el hecho de tratarse de un miembro extraño, se sentía ella menos disonante.

Un día mientras le estaba poniendo unos espárragos frescos de comida vio que el cerdo le miraba a los ojos. ¿Cómo debía saber este animal por dónde yo miro?- se preguntaba. Sus ojos tenían una profundidad que descubrían un deseo de afecto. Verónica lo acarició y él parecía agradecido.

Algunos días más tarde, se encontraba Verónica en la cama, enferma del estómago. De pronto, oyó unos pasos que venían hacia su cuarto. Sería su madre que ya habría terminado de ver todos los programas del corazón-pensó. Pero al volver los ojos a la entrada, advirtió unos ojos negros y cálidos como nunca había visto. El cerdo se acercó hasta ella y se tumbó en el suelo lo más cerca de su lado.

Todas las tardes, Verónica sacaba a pasear a su cerdo y desde que el primer día le había llevado a un parque, él se había aprendido el camino y arrastras le llevaba hasta la sombra de un plátano centenario donde se tumbaba y ella leía algún libro.

Era la hora de comer cuando su madre se dirigía con una bandeja a la mesa. Ese día, se sirvió ensalada y un librito de lomo. Cuando Verónica se disponía a comer el primer bocado le vino a la cabeza el terrible pensamiento de que iba a comer el mismo animal por el que ella ya sentía un gran cariño. Pensó que quizá, si ese ser vivo que estaba en su plato hubiera tenido la misma suerte que su mascota, ahora podría ser su mascota y no su comida. ¡Estaba comiendo cadáver rebozado!

A partir de ese día nunca más volvió a comer cerdo, ni ninguna otra clase de animal. Quién sabe, quizá tenían el mismo corazón que su cerdo, y sólo porque eran diferentes de nosotros, no creía que fuera ese un motivo suficiente para que se mataran por dar placer a su paladar. Fue ese día cuando convino que debía ponerle un nombre a su cerdo, y le llamó Plutarco.

Verónica vivía sola y tenía entonces treinta y cinco años. Plutarco había muerto hace algún tiempo, y desde ese momento se había vuelto más cerrada, solitaria y seria que nunca.

El día en que volvió a sonreír fue una mañana de sol cuando se disponía a comprar sus verduras en el mercado. Un hombre robusto le tocó por la espalda preguntándole si era la última de la cola. Ella se volvió para contestarte. De pronto, sintió que se le encogía el pecho al advertir en los ojos del hombre una calidez negra y profunda que le resultaba puramente familiar. Verónica hizo ver que se marchaba pero se quedó apartada observando cuál iba a ser la compra de ese hombre misterioso. Se le puso toda la piel de gallina cuando el hombre señaló a la verdulera los espárragos y al momento la dependienta se los envolvía.

Quizá ha sido una casualidad- pensó, todavía con el estómago encogido. Se fue de allí recordando su pasado y sin darse cuenta acabó en el parque. Tantos días le había llevado por este camino que ahora ella lo andaba sin pensarlo. Se armó de valor y fue acercándose poco a poco al plátano centenario, donde no había vuelto desde la muerte de Plutarco. Pero su sitio ya estaba ocupado. Pensó sentarse en algún banco cercano, pero al pasar cerca del ocupante advirtió que éste estaba comiendo, ¡comiendo espárragos frescos! Con la sangre helada intentó buscar los ojos del comensal: era el mismo hombre del mercado. El hombre se dio cuenta que estaba siendo observado y reconociéndola le invitó a sentarse con él. Verónica se ruborizó al instante pero sintió la necesidad de quedarse.

Ese fue el inicio de un bonito romance. Verónica se sentía muy a gusto con él. Él no hablaba mucho pero sus gestos y sus acciones eran cálidos y Verónica se sentía feliz. Ella nunca se atrevió a sacar el tema por miedo a estropear su felicidad pero día a día su certeza se hacia más grande, sobre todo desde el momento en que él le confesó que también era vegetariano.

22 de mayo de 2009

Rescate de una familia de patitos

Joel Armstrong, un banquero de Washington, se convirtió en héroe por segunda vez. Durante poco más de un mes, Joel había estado observando el nido de unos patitos situado muy cerca de la ventana de su oficina. Una vez habían nacido, se hallaban en una peligrosa situación, ya que estaban a demasiada altura para saltar abajo, donde su mamá les estaba esperando para que le siguieran. Pero Joel estaba allí para ayudarlos y llevarlos hasta el río Spokane. Incluso la gente que se enteró del suceso colaboró enseguida en el rescate:



¡Qué alegría da saber que hay tanta gente en ese rinconcito de Washington dispuesta a participar en este rescate!

18 de marzo de 2009

Amistad bambina entre un conejo y un ciervo


En la primavera de 2005 un grupo de senderistas encontró a este cervatillo huérfano, pues su madre había muerto en un accidente automovilístico. Los senderistas se lo llevaron a su jardín y le alimentaron con biberón. Le pusieron de nombre Finchen. Finchen fue creciendo y desarrollándose muy bien pero sin tener otros ciervos en su entorno. Un día apareció un conejo silvestre y se quedó cerca de Finchen. A partir de entonces y cuando llegaba el atardecer o la noche los dos pastaban juntos en la misma zona del jardín pero manteniendo una cierta distancia. Poco a poco esa distancia fue desapareciendo y empezaban a estar juntos también de día, hasta que finalmente se hicieron inseparables.

Los ciervos tienen una digestión diferente de los conejos, ya que comen en poco tiempo mucho y luego se tumban en un lugar apartado a rumiar. Llamaba la atención que mientras Finchen estaba rumiando, el conejo se ponía a su lado.


Llegó el invierno y con él la nieve, pero eso no fue impedimento para que los amigos estuvieran juntos. Finchen iba a buscar al conejo a pesar de tener un confortable recinto que le resguardaba de la nieve.


Otra anécdota muy graciosa es que el conejo decidió hacerse un nido al lado del sitio preferido de Finchen que era justo debajo del abeto.


Cuando llegó el verano Finchen ya era un adulto y los dueños decidieron que mejor viviera en la naturaleza en un sitio donde preparan a los animales huérfanos a enfrentarse a la libertad. Es extraño, pero el día que iban a trasladar al ciervo a su nuevo hogar, el conejo se acercó hasta Finchen (aunque había muchas personas desconocidas ese día) como para decirle adiós.


Los dueños pensaron en llevar también al mismo lugar al conejo pero era muy arriesgado para su vida, ya que hubiera sido una presa fácil para los animales depredadores.

Fuente y artista de las fotos: Tanja Askani

6 de marzo de 2009

Leonardo da Vinci (s.XV) ya era vegano

cats
                                                     Study of Cats and Other Animals, 1513

Las siguientes citas de Leonardo da Vinci recogidas por David Hurwitz en IVU nos muestran el vegetarianismo ético del genio, que en este aspecto ha pasado bastante desapercibido durante la historia.

En The Mind of Leonardo da Vinci (La Mente de Leonardo da Vinci, 1928), Edward MacCurdy escribió:
La mera idea de permitir la existencia de sufrimiento innecesario, y todavía más la de quitar la vida, era algo que aborrecía. Vasari relata, como ejemplo de su amor por los animales, como cuando estaba en Florencia pasaba por lugares donde vendían pájaros y frecuentemente los sacaba de las jaulas con su propia mano, y habiendo pagado a los vendedores el precio que pedían, los dejaba salir volando, devolviéndoles la libertad.
Que este horror por infligir daño era tal que le condujo a hacerse vegetariano se infiere de la referencia que aparece en una carta enviada por Andrea Corsali a Giuliano de Medici, en la que, tras hablarle de una raza hindú llamada Gujerats, que no comen nada que contenga sangre ni permiten dañar a ninguna criatura, añade “como nuestro Leonardo da Vinci.

En el Quaderni d’Anatomia II de L. da Vinci, traducido del italiano al inglés por Edward MacCurdy, dice:

Si eres como te has descrito a ti mismo el rey de los animales -- sería mejor llamarte rey de las bestias puesto que eres la mayor de todas ellas! -- ¿por qué los ayudas para que te puedan dar luego sus crías para gratificar tu paladar, con lo cual has intentado convertirte en tumba de todos los animales? Podría decir todavía más si se permitiera decir toda la verdad. […] Di, ¿no ofrece la naturaleza una cantidad suficiente de cosas simples para producir saciedad? O si no puedes contentarte con cosas simples, ¿no puedes obtener un número infinito de combinados, mezclando aquéllas entre sí, como hacía Platina y otros autores que han escrito para los epicúreos?

En otro momento Leonardo habla de la diferencia entre las plantas y los animales, en tanto que estos últimos pueden sentir dolor mientras que las plantas carecen de esta sensibilidad:

Si bien la naturaleza ha dado sensibilidad hacia el dolor a los organismos vivos que poseen capacidad de movimiento -para preservar así las extremidades que en este movimiento están sujetas a disminuir o ser destruidas-, los organismos vivos que no poseen capacidad de movimiento no tienen que encontrarse con objetos contrapuestos, y las plantas en consecuencia no necesitan tener sensibilidad hacia el dolor, y por esta razón sucede que si las rompes no sienten dolor en sus extremidades como sucede con los animales. 
 Fuente: IVU

1 de marzo de 2009

Boicot a Nestlé

A continuación expongo algunos de los motivos por los que considero que no deberíamos comprar nunca ningún producto de esta empresa carente de ética:

  • Nestlé se encargó de hacer una gran publicidad promocionado la leche en polvo en el Tercer Mundo. Para ello decidió acudir a los hospitales y clínicas donde las madres daban a luz y hacer donaciones masivas de leche en polvo, tetinas y todos los medios necesarios para preparar los biberones. Así, millares de representantes con bata blanca, acudieron a las clínicas del Tercer Mundo para convencer a las madres de la superioridad de la leche en polvo frente a la lactancia materna. Idéntica estrategia se utilizó respecto al personal de los hospitales, gratificado con primas y regalos.A su vez las campañas de propaganda comercial han procurado llevar a la mente de la población la idea de que la lactancia artificial no sólo era igual, sino superior, a la materna. Los niños, según aquellas propagandas, se desarrollaban y crecían mejor, si cabe, que con la leche de la madre quien podía continuar con todas sus actividades sin limitaciones al no tener que estar sujeta a dar el pecho. Las madres regresaban a sus casas repletas de leche en polvo, biberones, tetinas, de los métodos para usarlos y, lo que es peor, de la convicción de que su niño se criaría mejor gracias a la leche industrial. Una vez fuera del hospital, donde no existen más obsequios de leche, se ven obligadas a comprarla a un precio que puede suponer más del 50% de los ingresos familiares. Algunas veces las madres sin recursos diluyen excesivamente la leche en polvo y esto acarrea una carencia alimentaria, además de que en varios países pobres el agua está contaminada y puede ocasionar diarreas, deshidratación e incluso la muerte. UNICEF estima que actualmente cerca de un millón y medio de niños mueren todos los años debido a los efectos, directos o indirectos, de la alimentación con biberón.
  • Nestlé forma parte de RSPO (Grupo de Trabajo sobre el Aceite de Palma Sostenible). La expansión de la palma aceitera es la mayor causa de deforestación en Malasia e Indonesia. Indonesia, con la mayor superficie plantada con palma aceitera, tiene la cuota de destrucción de bosque tropical más alta del mundo. Actualmente la deforestación en el mundo es la segunda fuente de contribución a los niveles crecientes de dióxido de carbono en la atmósfera. La expansión de los monocultivos de palma aceitera se ha hecho en muchos países a costa de la degradación y quema de las turberas así como de la deforestación. Greenpeace acusa a multinacionales como Unilever, Nestlé y Procter & Gamble de no querer darse por enterado de la destrucción que están sembrando para conseguir un aceite vegetal barato.
  • La compañía de cosméticos L‘Oreal, que prueba sus productos en animales, forma parte del grupo Nestlé.
  • Nestlé ha sido criticada por la BUAV por haber hecho tests de cáncer de su café utilizando ratones.

Información de IBFAN y Greenpeace.

25 de febrero de 2009

David Tree y la koala Sam

Los incendios provocados en Australia se han cobrado muchas víctimas y entre ellas un millón de animales muertos. Es el caso de muchos koalas que debido a la lentitud de sus movimientos han sido presa fácil de las llamas. Pero Sam fue una koala afortunada y se encontró con David Tree, un bombero voluntario que enseguida fue a socorrerle y le ofreció su botella de agua con cariño. El bombero aseguró que es muy extraño acercarse tanto a un koala ya que suelen vivir en los árboles de eucaliptos y muy raramente bajan al suelo y menos para acercarse a los humanos. "Se puede ver como se frena, se acerca a mí y me mira. Fue una mirada como diciendo: no puedo correr, estoy débil y dolorida, ayúdame por favor” explicó Tree.





La koala se bebió hasta tres botellas antes de ser trasladada a un refugio donde ha conocido a Bob, otro koala con el que ha iniciado un romance como muestra la foto.

Fuente